Cuando vuelas en altitud, no hay nada peor que tener tu paz interrumpida por pasajeros rebeldes, además de que pueden representar un peligro para la salud y la seguridad. Para hacer frente a esta ley, el 1° de enero de 2020 entrarán en vigor nuevas normas para reforzar los poderes de los Estados para enjuiciar a los pasajeros perturbadores.
Los incidentes a bordo de vuelos que causan problemas incluyen agresión física, acoso, fumar o no seguir las instrucciones de la tripulación. Estos pueden comprometer la seguridad del vuelo, causar retrasos significativos e interrupciones operativas y afectar negativamente la experiencia de viaje y el entorno de trabajo para los pasajeros y la tripulación.
Gracias a una brecha legal en virtud del Convenio de Tokio de 1963, la jurisdicción sobre los delitos cometidos a bordo de vuelos internacionales recae en el estado donde está registrada la aeronave. Esto causa problemas cuando los pasajeros rebeldes son entregados a las autoridades al aterrizar en territorios extranjeros.
El nuevo Protocolo de Montreal 2014 (MP14), que es el Protocolo de modificación de la Convención sobre delitos y otros actos cometidos a bordo de aeronaves, es un tratado mundial que refuerza los poderes de los Estados para enjuiciar a los pasajeros rebeldes.
“Todos a bordo tienen derecho a disfrutar de un viaje libre de comportamientos abusivos u otros comportamientos inaceptables”, dice Alexandre de Juniac, director general y director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). “Pero el disuasivo actual para el comportamiento rebelde es débil”.
Además de fortalecer la jurisdicción y la observancia, las compañías aéreas están trabajando en una serie de medidas para ayudar a prevenir incidentes y gestionarlos de manera más eficaz cuando ocurren.
Estos incluyen una mayor capacitación de la tripulación y la sensibilización con los pasajeros sobre las posibles consecuencias del mal comportamiento a bordo. Mientras que el MP14 fortalece el comportamiento disuasorio a la conducta rebelde al permitir el enjuiciamiento en el estado donde aterriza el avión, la IATA dice que el trabajo no se hace.”