Ciudades europeas como París, Berlín y Milán están trabajando para ser más aptos para bicicletas y peatones después del encierro, ya que esto no solo mejora el impacto actual medioambiente, sino también que es más sano para las personas.
París está liderando el camino poniendo 65km de carriles bici en toda la ciudad desde el 11 de mayo, cuando Francia entra en la fase dos de bloqueo. Es parte del esquema conocido como Plan Velo, introducido por la alcaldesa Anne Hidalgo antes de la crisis del coronavirus, para hacer que la capital francesa sea más amigable con las bicicletas para 2024.
Pero con el distanciamiento social establecido para ser la norma y el ciclismo como el medio de transporte preferido para muchos, el plan se aceleró. Ya se está trabajando en la mejora y ampliación de los carriles para bicicletas.
Incentivos para el cambio
Se busca también que los ciclistas a cambien sus coches privados a bicicletas con todo tipo de incentivos. Por ejemplo, pueden unirse a un programa de “impulso a la reparación de bicicletas” que les brinda reparaciones de bicicletas a través de mecánicos registrados en la ciudad. Los programas de formación también están disponibles, y así los empleadores pueden reclamar hasta 400 euros de gastos de viaje al año para el personal que viaja en bicicleta para trabajar.
“Aunque el 60% de los viajes realizados en Francia son menos de 5 km, las próximas semanas representan una oportunidad para muchos franceses, ya sean ciclistas o no, para elegir el ciclismo,” dijo la ministra Elisabeth Borne a Le Monde. París está prohibiendo los coches en varias de las principales calles de la ciudad, reservándolas para bicicletas, transporte público y vehículos de emergencia.
Otras ciudades y sus estrategias
Berlín también está dando pasos similares mediante la implementación de carriles de bicicletas, para ayudar a la gente a mantener el distanciamiento social mientras está en las calles. Se han dispuesto cintas en rojo y blanco extraíbles y señales temporales para marcar los carriles ensanchados y se podrán quitar cuando se levanten las restricciones de bloqueo.
La falta de coches en las calles desde la entrada en vigor de la cuarentena ha tenido un efecto positivo en el medio ambiente y la salud pública. Según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, la mejora de la calidad del aire en el último mes ha dado lugar a 11.000 muertes menos por contaminación en Europa, lo cual habla por si solo de que tan efectiva puede ser esta política.
También ha influido en cómo nos comportamos con muchas calles en entornos urbanos recuperados por caminantes, corredores y ciclistas aprovechando la oportunidad de calles más seguras y tranquilas.