Con la pandemia COVID-19 provocando una serie de prohibiciones de viaje, bloqueos y cierres parciales en todo el mundo, los funcionarios de un número cada vez mayor de estados de los Estados Unidos han anunciado órdenes obligatorias de “quedarse en casa” para frenar la propagación del virus.
La semana pasada, algunas áreas pidieron a los ciudadanos “refugiarse en su lugar”, una frase que tiene varios significados dependiendo de la situación. En el caso de los peligros que plantean los bombardeos, los tiroteos o los escenarios de defensa radiológica y química, significa buscar seguridad dentro del edificio que uno ya ocupa en lugar de evacuar la zona o buscar un refugio comunitario de emergencia.
Cuando se implementa como una estrategia para suprimir una epidemia, significa que las personas deben permanecer en la seguridad de sus hogares para evitar la propagación de la infección o infectarse.
El gobernador californiano Gavin Newsom hizo una orden para que las personas permanecieran en sus residencias a menos que tuvieran una razón vital para salir, y menos de cinco días después, otros estados se habían apresurado a seguir su ejemplo, incluyendo Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Indiana, Luisiana, Massachusetts, Michigan, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Oregón, Washington y Virginia Occidental. Varios estados más ordenaron que los negocios no esenciales cerraran, pero no emiten pedidos a la problación de mantenerse en casa.
Aunque los detalles varían según el estado, en general, estas directivas significan que las personas sólo deben salir por razones de atención médica, o para obtener alimentos, suministros médicos u otros artículos esenciales.
Salir al aire libre para hacer ejercicio o para pasear al perro está permitido, siempre y cuando se practiquen las medidas de distanciamiento social adecuadas con las personas que se mantienen al menos a seis pies de distancia una de la otra. Aquellos en riesgo de enfermedad grave de COVID-19 no deben salir en absoluto, pero las personas pueden salir de sus hogares para cuidar de un familiar o un amigo. Las restricciones permanecerán vigentes hasta nuevo aviso.
En general, las escuelas, las salas de cine, los gimnasios y las instalaciones recreativas están cerrados, pero el personal esencial, los que trabajan en la atención sanitaria, la respuesta de emergencia y los medios de comunicación, todavía puede ir a trabajar, al igual que los empleados en supermercados, bancos y gasolineras.
Las ferreterías, los bancos de alimentos y las lavanderías pueden operar; bares y restaurantes están cerrados a los clientes, pero pueden seguir proporcionando servicios de entrega y comida para llevar. Aunque Newsom estima que 25.5 millones de californianos pueden infectarse con el virus, dijo que la orden de quedarse en casa no sería aplicada por las fuerzas del orden, ya que está seguro de que la gente de California lo acatará y hará lo correcto.
En la costa oeste, la gobernadora de Oregón, Kate Brown, dijo lo mismo, y su oficina subrayó que “el incumplimiento de la orden se considerará un peligro inmediato para la salud pública y estará sujeto a un delito menor de Clase C”. En Illinois también podrían justificar un cargo por delito menor, pero el gobernador JB Pritzker dijo en una conferencia de prensa que están “pidiendo a la gente que use su mejor juicio para seguir la guía que les estamos dando”.
