En lo que debería enviar un mensaje de esperanza a los países actualmente en el pico de contagio de la pandemia COVID-19, una sección de la Gran Muralla China se ha reabierto a los visitantes, y esto es importante para el mundo.
La Gran Muralla ha estado cerrada desde el 25 de enero, porque el coronavirus se presentó por primera vez a principios de enero en la ciudad china de Wuhan. Más de 81.000 personas en todo el país se contagiaron y más de 3200 personas murieron, pero las restricciones se están aliviando ahora que el país está reportando una tasa de transmisión comunitaria cercana a cero. A medida que el país vuelve lentamente a la normalidad, la sección Badaling de la muralla se ha reabierto.
Badaling es la sección más popular de la muralla para los visitantes y se encuentra al noreste de Beijing, que se extiende desde Bei Liu Lou hasta Nan Wu Lou Ban. Está abierto todos los días de 9am a 4pm y sólo 19.500 personas, o el 30% del número habitual de visitantes, están permitidos en la zona por ahora.
Los visitantes deben reservar un billete con antelación, y se les comprobarán las temperaturas en el momento de su llegada. Además, deben tener un código QR verde (saludable) Health, que es un sistema operado a través de la aplicación AliPay o WeChat que determina qué individuos pueden usar los espacios públicos y el transporte.
Aquellos que visiten la Gran Muralla China deben usar máscaras faciales y deben permanecer al menos a un metro de distancia unos de otros (respetando el distanciamiento social). Para facilitar esto, se ha diseñado una ruta circular de un solo sentido para evitar el amontonamiento de multitudes. Como gesto al trabajo que han realizado durante la crisis, el personal médico y el personal militar activo están siendo agradecidos con una entrada gratuita a esta gran maravilla.
