En una calle estrecha y torcida en el barrio de Alfalfa de Sevilla se encuentra una casa pintada de amarillo con una puerta baja de piedra. Aquí nació uno de los más grandes pintores de España en 1599.
Diego Velázquez, creador de obras maestras tan emblemáticas como Las Meninas, vivió en esa casa hasta la edad de alrededor de los 11 años. Aprendió en la ciudad, produciendo obras tan célebres como El Vendedor del Agua de Sevilla, antes de trasladarse a Madrid.
La casa, conocida como la Casa Natal Velázquez, data de alrededor de 1570, y es posiblemente la más antigua de la ciudad – iglesias y conventos todavía existen de la época, pero quedan pocas casas completas. Recientemente utilizada como galería de arte y luego como estudio de moda, la casa natal estuvo vacía durante casi una década antes de que el periodista local Enrique Bocanegra decidiera que un edificio histórico con un patrimonio artístico tan rico no podía caer en mal estado.
“Es un milagro que todavía esté aquí”, dice. Junto con otros cuatro sevillanos, compró la casa en 2018, con el objetivo de restaurarla y convertirla en un museo sobre el genio del Siglo de Oro español.
Desde la época de Velázquez hasta la década de 1970, la extensa casa de 580m2, dispuesta en estilo tradicional alrededor de dos patios abiertos, fue probablemente utilizada como corrala de vecinos (casa compartida) por varias familias. “La luz aquí en la casa es extraordinaria”, explica Bocanegra. “Se puede ver cómo habría influido en sus pinturas.”
El lugar de nacimiento del artista conserva sus suelos originales de piedra angular en los patios, y algunos techos con vigas de madera, así como una curiosa escalera con huellas en lados alternativos. Los planes para restaurar la casa a su estado del siglo XVI incluyen la sustitución de pisos modernos con materiales más tradicionales como azulejos de terracota.
Una campaña de crowdfunding ha recaudado 10.000 euros para el coste de la renovación y conversión de la casa, pero ninguna contribución ha venido de un gobierno local o regional. Bocanegra está actualmente a la espera del permiso para la construcción de obras, y planea que el centro abra el próximo año.
