La capital de Islandia, Reikiavik, es conocida como la más septentrional del mundo por su ubicación geográfica. Otra de las características que la distinguen es su entorno natural, los geiseres, volcanes, tierras altas y el clima polar, un clásico del ártico.
Pero no todo es frío y naturaleza, esta ciudad está repleta de arte en sus calles y de historia medieval y vikinga en cada uno de sus rincones y en los siguientes párrafos vamos a contarte sobre ello.
Qué ver en Reikiavik: sitios imprescindibles
Iglesia de Hallgrímskirkja
Una de los templos religiosos más sorprendentes del mundo, la Iglesia de Hallgrímskirkja, llama la atención por sus columnas de basalto de 74 metros de altura.
Se encuentra localizada en el corazón de la ciudad, aunque desde cualquier punto de Reikiavik es posible verla. La entrada al templo es gratuita, está abierta al público todos los días y desde su interior puedes acceder al mirador situado en la cima.
Leif Eiríksson, primero en descubrir América
Justo en frente de la Iglesia se encuentra la estatua a Leif Eiríksson, el primer vikingo que descubrió América, incluso varios siglos antes que Cristóbal Colón.
Lo cierto es que no existen registros físicos ni pruebas históricas que lo comprueben por lo que solo se tratan de leyendas locales.
Harpa
Con vistas hacia el mar y situado sobre el malecón de la ciudad, entre el Puerto Viejo y el Viajero del Sol, el Harpa es un gran edificio que llama la atención por su arquitectura y el diseño con el que fue construido.
Allí se realizan conciertos de música clásica y ópera, pues es la sede de la Orquesta Sinfónica de Islandia, y las conferencias.
Museo Nacional de Islandia
También conocido como el Museo de Antigüedades, fue inaugurado en 1863 y desde esa fecha, todos los objetos del pasado que se encontraban anteriormente en el Museo de Dinamarca y demás daneses, fueron traídos aquí. En el primer piso se realizan exposiciones temporales.
Actividades para realizar al aire libre
Plaza Austurvóllur
Una de las zonas más animadas de la ciudad es la Plaza Austurvóllur, sobre todo luego de que cae el sol, siendo el sitio preferido para comer o beber algo en las terrazas de los bares y restaurantes que allí se disponen.
Es una de las construcciones más antiguas de Reikiavik y que aún sigue de pie. También es considerada un punto neurálgico de la ciudad y un punto de encuentro, por lo que la gran mayoría de los tours y visitas guiadas parten desde aquí.
Lago Tjörnç
Una de los sitios para descansar y relajarse al aire libre más recomendados es el Lago Tjörn. Se encuentra rodeado de casas coloridas y divertidas y varios edificios importantes, destacándose el Ayuntamiento de la ciudad, la Galería Nacional de Arte y la iglesia Fríkirkjan.
Puerto Viejo
Sobre el malecón, una de las visitas imprescindibles es el Puerto Viejo, rodeada de antiguas casas de madera en las que vivían los pescadores. Actualmente muchas de ellas funcionan como restaurantes, por lo que podrás relajarte y disfrutar de sus platillos típicos.
Durante todos los fines de semana se dispone allí un mercado callejero con varios pequeños puestos en los que se venden todo tipo de cosas.