Planet Word está programado para abrir el 31 de mayo de 2020, un espacio de 51,000 pies cuadrados alojado en la Escuela Franklin diseñado para educarnos sobre las artes del lenguaje a través de exhibiciones atractivas sobre la palabra hablada, cantada y escrita.
La ubicación es auspiciosa por dos razones: no sólo es la Escuela Franklin, el buque insignia de las primeras escuelas públicas que se abren en Washington, D.C. ofreciendo educación universal gratuita a niños y niñas, sino que su azotea también resulta ser el lugar donde Alexander Graham Bell hizo su primera transmisión inalámbrica desde su fofono, un invento que utilizó un haz de luz para transmitir sonido.
Apodado el primer museo activado por voz del mundo, Planet Word involucrará a los visitantes a través de 11 galerías inmersivas. En uno, los huéspedes pueden “pintar” una escena con palabras usando pequeños pinceles, que cambiarán el paisaje virtual y la escena. En otro, un Muro de Palabras de 22 pies de altura que comprende más de 1000 palabras tridimensionales se iluminará y responderá a la voz, contando historias sobre cómo estas palabras llegaron al léxico inglés.
Y una enorme lámpara con 5000 luces LED desafiará a los visitantes con juegos de palabras que incorporan lenguaje de docenas de lugares y culturas – incluyendo dos tipos de lenguaje de señas. Los aspirantes a artistas pueden tomar una oportunidad en el karaoke, mientras que aquellos que quieren perfeccionar sus habilidades de hablar en público pueden recitar discursos icónicos a lo largo de la historia.
Incluyendo cuando JFK desafió a los estadounidenses a “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregunta qué puedes hacer por tu país” y Martin Luther King, Jr. con la inspiradora llamada “Tengo un sueño” para una América post-racismo.
Además de las galerías de exposiciones, Planet Word contará con una sala de rompecabezas de juego de palabras, una tienda de regalos, un auditorio y aulas, y albergará programación en vivo en curso como “Wordshops”, actuaciones y eventos, lecturas de autores y conversaciones de la comunidad. Después de echar un vistazo al museo, puede dirigirse a comer algo en el restaurante del hotel. ¿En el menú? Sopa de alfabeto en íngles (ironías aparte).