Singapur está liderando la revolución de la movilidad a nivel mundial, ya que se lleva el primer índice de preparación para la movilidad urbana: cómo las ciudades se clasifican en el desarrollo de ecosistemas de movilidad.
En los últimos dos años, hemos visto una gran cantidad de cambios en el transporte, que abarca la logística, la propiedad de automóviles y la economía compartida. El índice clasificó a 30 ciudades en lo preparados que están para incorporar las últimas tecnologías de movilidad y lo que están haciendo para remodelar la movilidad urbana.
El índice analiza las redes de movilidad pública y privada existentes; regulación, política e infraestructura actuales; la habitabilidad de una ciudad; y su capacidad para absorber tecnologías futuras.
Si bien el índice intenta clasificar las perspectivas de varias ciudades, la investigación también proporciona mejores prácticas y estrategias concretas que permitirán a las ciudades mejorar sus ofertas con el objetivo de transformar la movilidad urbana de un desafío en un ventaja económica.
Singapur ocupa el primer lugar en el índice porque reconoce la importancia de la construcción de ecosistemas, el sector privado y las asociaciones de investigación, y la inversión en infraestructura.
Ha sido pionera en la reducción de la congestión del tráfico a través de diversas iniciativas y ha adoptado un enfoque agresivo para integrar la tecnología de vanguardia con políticas de transporte progresivas. La región está a la vanguardia en las últimas herramientas, plataformas y servicios de movilidad, así como en la conducción autónoma y la gestión del tráfico digitalizado en tiempo real.
Mientras tanto, Amsterdam, conocida por su sólida infraestructura, su amplio sistema de transporte público y sus esfuerzos para restar a la baja el automóvil como modo de transporte, ha adoptado políticas para fomentar los vehículos eléctricos y autónomos, de estaciones de carga, y alentó modos alternativos de transporte, en particular bicicletas.
La ciudad ha atraído una considerable inversión privada que le está ayudando con una iniciativa de ciudad inteligente a gran escala, así como el desarrollo de una industria de movilidad doméstica.
En general, podemos decir que no hay una solución única para todos cuando se trata de movilidad urbana porque no hay dos ciudades iguales. Las soluciones deben adaptarse a los problemas específicos, el estilo de vida y la cultura de las personas que viven en la ciudad. Por ejemplo, en Amsterdam, el 60% de las personas se mueven en bicicleta o caminando; mientras que en la Ciudad de México, 70% toman el transporte público.
La clave del éxito de las ciudades es centrarse en el desarrollo de ecosistemas de movilidad que proporcionen un marco holístico para incorporar tecnologías avanzadas y crear redes multimodales sin fisuras. Otro elemento fundamental para las ciudades es trabajar en estrecha colaboración con los esfuerzos académicos y de investigación de la movilidad del sector privado y probar las últimas tecnologías.